Argentina 2002-2005: Utilización de financiamiento bancario, crédito de largo plazo y sus impactos en la performance microeconómica de las empresas
Documentos de trabajo| 2008 | N 34
Palabras clave:
Crédito de largo plazo, Inversión productivaResumen
El punto de partida para cualquier decisión de política orientada a promover el financiamiento bancario de largo plazo debe ser que éste es escaso y que su provisión es importante para el desarrollo económico. En el caso de la República Argentina las financiaciones bancarias de largo plazo alcanzaron, a diciembre de 2005, aproximadamente el 8,85% del PBI para el total y el 5,10% del PBI para las correspondientes al sector privado no financiero, si se considera como tales a las de plazos superiores a los 12 meses, y el 7,16% del PBI y el 3,75% del PBI, respectivamente, si se entiende como tales a las de plazos superiores a los 24 meses. Si se considera como referencia que la IBIF y la inversión en equipo durable rondaron el 21,46% y el 8,49% del PBI, respectivamente, resulta evidente que la participación del financiamiento bancario de largo plazo es, cuando menos, limitada. Si nos enfocamos en la profundidad del sistema financiero argentino la evidencia no es mucho más alentadora. Sobre 150.960 asistencias a personas jurídicas dadas por entidades financieras reguladas y supervisadas por el Banco Central de la República Argentina a diciembre de 2005, apenas 16.030 (aproximadamente 10,6%) tenían plazos de vencimiento superiores a los 12 meses y sólo 8.733 (aproximadamente 5,8%) plazos superiores a los 24 meses. De las 73.329 personas jurídicas que recibieron asistencia crediticia, sólo 12.126 (aproximadamente 16,5%) tenían plazos de vencimiento superiores al año, en tanto apenas 7.084 (aproximadamente 9,7%) presentaba plazos mayores a los dos años. En este contexto nuestro trabajo tiene como objetivos el estudiar, a diciembre de 2005, en qué medida existen restricciones a la utilización de financiamiento de largo plazo entre las empresas en argentina, ver cómo las restricciones dependen de características observables de los agentes económicos relevantes y de las asistencias; y analizar cómo el uso de financiamiento bancario en general y de largo plazo en especial afectaron la performance microeconómica de las empresas en el período 2002-2005. La conclusión a la que se arriba en él es que, en el caso de Argentina, existe un punto de partida para promover el financiamiento bancario de largo plazo. Esto es así pues hemos podido documentar la escasez del financiamiento de largo plazo y la importancia que aquél tiene para el desarrollo económico.
